Los despedidos

Hay que ser muy vaca hijo, para que lo destituyeran así a estas alturas
No crea en los poderes de la casa ni del estado
El diablo a veces se mete por donde menos se espera
No vaya a ser que quieran amanecerlo alguna vez lejos de aquí
En medio de un frío que ensordece, bajo una cruz de mármol

Hay que tener la capacidad de perder
El deseo clavado bien hondo en la carne
La dulce angustia de salir herido en medio de la nada
El desierto y todas sus variantes

Y si ya se lo dijeron no importa cada nueva lágrima es única
parecida a la anterior pero única
Como las niñas como el sexo esa mujer de todos después de las oraciones
El tormento de cada día
No vaya a ser que se nos convierta en una cruz sin su cristo correspondiente
Lejos de su cementerio favorito
La calma y la recontra calma de un desierto y sus variantes
No le digan a nadie pero allí ponen música para no escucharles

Quisiera verles todavía en los espejos retrovisores
Lanudamente tiernos
Con sus caras semioscuras
las manos avergonzadas los pies rojizos
escuchando quien sabe que voces al mas puro estilo Juana de Arco
una como ustedes a pesar del tiempo y las circunstancias
las manos blancas y el corazón avergonzado

Al otro día de los discursos la verdad tirada en un rincón
El mar no choca si no tiene donde chocar
No se si me explico
Han sido los elegidos predilectos de la tranquilidad.-